Después de la llegada de los españoles al Perú, en la época colonial, se instalo nuevas formas de movilizarse gracias a los desconocidos recursos llegados del nuevo mundo. Las personas comenzaban a trasladarse en mulas, caballos y en mecanismos sobre ruedas. De esta manera, se introducen al país formas mas rápidas e eficientes de transportarse de las que existían hasta ese momento.
Habían dos modos de transporte que cobraron mayor notoriedad en la época colonial: la carreta y el carruaje. Aunque ambas tenían cierta similitud a simple vista, cada una se utilizaba para satisfacer diferentes necesidades. La primera se utilizaba cuando se requería transportar carga en largas distancias. Y, la segunda se prefería cuando se necesita transportar a personas. Ambas fueron muy útiles en ese entonces, pero, como se ha visto, con finalidades distintas.
La carreta era, generalmente, un vehículo de dos ruedas grandes y un techo de paja o de cuero de vaca que se movilizaba por la fuerza de bueyes, burros o mulas. Este tipo de medio era muy incomodo para transportar a una persona y, además, debido a que se utilizaba animales pocos ágiles, el traslado solía ser lento.
En cambio, el carruaje, utilizado para el transporte de personas, era mucho más rápido, pues generalmente era jalado por la fuerza de los caballos, animales más ligeros que los bueyes. Además, estos eran mas cómodos porque, a medida que trascurría el tiempo, salían nuevas tecnologías que permitían un viaje mas agradable.
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