El primer ferrocarril del Perú y América del Sur fue
construido durante el primer gobierno de Ramón Castilla (1851) y cubría la ruta
Lima- Callao. La construcción de ferrocarriles continuó con el gobierno de
Rufino Echenique con la línea Tacna-Arica y en el segundo mandato de Castilla
con el ferrocarril Lima-Chorrillos. Para 1862, Manuel Pardo y Lavalle encabezaba una campaña
para transformar el guano en ferrocarriles. Pardo creía que construyendo una
red ferroviaria a nivel nacional se fomentaría el desarrollo del comercio y la
industria.
La fiebre ferrocarrilera fue tan grande que para su
construcción el gobierno de Balta procedió a endeudarse grandemente con los
capitalistas ingleses (la garantía de los empréstitos era el guano de las islas).
Lastimosamente la crisis económica, caída de los ingresos guaneros, que afectó
al estado peruano y la infausta guerra del Pacífico detuvo la construcción de
las líneas férreas a finales de la década del 70 del siglo XIX. Entre las líneas
iniciadas, pero no terminadas, destacan la "Lima-La Oroya" y la de
"Chimbote-Huaraz", la primera sólo llegó hasta Chicla y la segunda a
Tablones. A lo largo de la historia del Perú, existieron alrededor de 75 líneas
férreas.
Luego de la guerra contra Chile nuestros ferrocarriles quedaron destruidos, el estado peruano estaba sin fondos y sin crédito externo para repararlos. Como parte de la negociación del contrato Grace para cancelar la deuda externa, durante el primer gobierno de Cáceres, el estado peruano entregó los ferrocarriles destruidos por 66 años a los tenedores de bonos ingleses, los cuales se comprometían a ponerlos en funcionamiento, los nuevos dueños (los bonistas) formaron la Peruvian Corporation (1890) para administrar los ferrocarriles.
Para 1893, el ferrocarril central (Peruvian Corporation) llegó a La Oroya; en 1904 "La Cerro" (empresa minera que extraía cobre) conectó el yacimiento de Cerro de Pasco con la Oroya; para 1908 la Peruvian conectó la línea Mollendo- Puno con Cusco y la Lima-La Oroya con Huancayo. Durante el oncenio de Leguía el estado construyó las líneas Huancayo-Huancavelica y Tablones-Recuay.
En 1928, el estado peruano (Leguía) otorgó a la Peruavian Corporation el control perpetuo sobre las líneas férreas que ella administraba, con ello el Perú quedaba exonerado de unos pagos establecidos en el contrato Grace (33 anualidades de 80 mil libras esterlina). Entre los principales ferrocarriles que manejaba la Peruvian Corporation estaban "el central"(Lima-Huancayo) y "el surandino" (Mollendo-Puno-Cusco).
Bibliografía
http://cronicasdeperu.blogspot.com/2008/08/ferrocarriles-en-el-per.html
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